El artista presenta una continuación de un trabajo subjetivo e imaginario sobre lo que podría pensarse como el paisaje de América del Sur. ¿Pero cual paisaje?
Como sugiere el título de la muestra, ‘Atlas’ puede indicar un esfuerzo totalizante, un inventario exhaustivo, o un compendio temático por diversas latitudes. Sin embargo, el artista nos sitúa frente a diferentes imágenes pobladas por procesos geológicos diversos, rangos bioclimáticos contradictorios, magnitudes y escalas divergentes. El paisaje de nuestra América Andina, tan soñado, es una construcción mítica, o como diría Hegel, un abstracto concreto. Lo concreto es la concentración de muchas determinaciones, la unidad del universo en sus múltiples manifestaciones. Aparece en los procesos mentales como punto de partida para la observación y concepción de otras nociones. Pero es abstracto en cuanto que nos es inasible; no por inaccesible, sino por vasto, etéreo, difuso. E imaginario. Como abstracción, flota como una idea suspendida en el aire, inconsumible, como la historia.
Esa idea esta aquí, en el Atlas de los Andes.