Curar viene del latín curare qué significa cuidar, y el acto de cuidar al otro evoca un concepto vinculado con el rol femenino y con la idea de maternidad. Grabar remite a la acción de cavar sobre un soporte o matriz, y a su vez, cavar tiene relación con la palabra concavidad que retorna al cuerpo de la mujer, específicamente a la matriz, un órgano cóncavo donde se gesta la vida. La matriz entonces es una palabra que comparten las mujeres y el grabado.
La producción artística de Yuli Cadavid está atravesada por su experiencia de ser madre y por la de las mujeres en su familia, de quienes ha heredado tradiciones y memorias como las que dan vida a este proyecto: la preparación de recetas caseras a base de plantas para curar enfermedades.
Boticaria, surge como un homenaje al conocimiento que guardan estas mujeres en su repertorio de cuidados asociados al sanar.
En su búsqueda constante por expandir los límites del grabado, la artista incorpora elementos como ollas y libros. Las ollas, por ejemplo, se convierten en el testimonio de la cocción de los brebajes, el conocimiento ancestral de las plantas y la tradición oral. Al mismo tiempo recurre a la clasificación de plantas con las que crea un herbario, una actividad asociada a la ilustración y al desarrollo del conocimiento enciclopédico.
Esta muestra propone hacer un homenaje a la tradición, pero sobre todo a lo que en palabras de la artista es un acto puro de amor: cuidar.