El artista César del Valle presenta en La Balsa Artes ‘Diurno’, continuando así la exploración de la línea y el plano como estructurantes del espacio. Como implica su nombre, es un evento que acontece en el tiempo.
En su trabajo, afín al minimalismo escultórico, el espacio es concebido a la manera de un contenedor susceptible de ser intervenido por planos ideales abiertos a la percepción del espectador. Con ellos se definen límites como ‘adentro’, ‘afuera’. o ‘entre’, haciendo del espacio el receptáculo y del artista, el artífice.
La obra parece sintetizar la idea de Kandinsky esbozada en “Punto y línea sobre el plano”, aproximándose a la reducción de los elementos a su mínima expresión posible. Para el artista estos se referían a la construcción del plano pictórico, mientras en Del Valle el énfasis es otro: el plano como virtualidad, del punto como referencia a la línea que traza el ojo para recrear a nivel perceptivo (y por lo tanto cerebral) la imagen de lo que se sugiere, no estando materialmente allí.
Sus construcciones están contenidas por el espacio, de manera análoga a lo que sucede con la instalación o el performance, donde la obra se fusiona con su entorno, de tal modo que la experiencia está ligada a las condiciones únicas del espacio contenedor. Cada obra de Del Valle es un evento que se presenta en aquí y ahora.
Del Valle se reconoce en la obra de artistas tan diversos como Dan Flavin, Fred Sandback, o Barnett Newman, entre otros. Si bien estos son referentes importantes, la experiencia propiciada por su obra invita a considerar otras tendencias más cercanas.
Es el caso de Michel Paraskos, teórico de la ‘Nueva Estética’, quien, a pesar de sus encuentros con el conceptualismo, enfatiza el compromiso del arte con el mundo contemporáneo. Hoy se trata, en su idea, de la irrupción de la materialidad física y su presencia concreta en el diálogo con un entorno particular. Señala que la capacidad actual del arte de crear experiencias de corte más agresivo y menos pasivo lo hace particularmente amenazante para una estética enmarcada en posturas estáticas. Como parte de su indagación sobre la relación entre arte y anarquismo, señala que la interacción del espectador con la dinámica física de la obra constituyeel objetivo fundamental del arte.
En Del Valle, las palabras desplazamiento, movimiento, transparencia o límite adquieren una particular resonancia porque se constituyen en la experiencia de la obra, no su imagen. Nos habla oblicuamente del momento, de temporalidad, de la fragilidad del ser, de nuestro lugar en el mundo; algo de ‘resistencia’ en sentido figurado, crea consciencia sobre el propio cuerpo. Fred Sandback dijo: “Yo preferiría estar en la mitad de una situación que estar de un lado, mirando hacia adentro o hacia afuera. Las superficies parecen implicar que lo interesante está dentro de ellas o detrás de ellas.” En otros términos, la opacidad y la transparencia son ilusiones; aquí el espacio es producido y materializado a través de su interacción mental, física y social con el espectador; esto nos queda en la presencia de ‘Diurno’.
Ana Patricia Gómez Jaramillo.