Luz Elena Castro hizo parte de la primera generación de mujeres colombianas que ejerció el fotoperiodismo. Durante la década de los 80 trabajó para el periódico El Mundo, un diario liberal que nació en Medellín con un énfasis muy marcado en el periodismo gráfico. Allí Luchi – como es mejor conocida- cubría eventos deportivos, sociales y políticos en un momento en el que, tanto las esferas públicas como privadas, estaban permeadas por el narcotráfico. Ella describe esta década como un tiempo intenso y tenebroso, pero también rico y floreciente porque paralelo al terror, se vivía en la ciudad un estallido cultural y artístico que también conoció de cerca.
Este contexto de grandes contrastes es el escenario en el que la fotógrafa retrata la mayoría de imágenes de mujeres reunidas en esta sala. Ellas sugieren gestos, acciones y cuerpos de mujeres que subvierten actos históricamente performáticos, ya sea de madres, mártires, vírgenes o amantes. Ante el lente de Luz Elena, estas mujeres transforman los significados detrás de su feminidad, maternidad o sufrimiento, fragmentando la linealidad de sus historias. Luchi fija su mirada en mujeres que se miran a sí mismas y comprenden que son mucho más que sus circunstancias.
Las imágenes de Castro son agudas y políticas porque subvierten la manera en la que las mujeres suelen ser representadas, esto es: para ser vistas por una mirada ajena que usualmente juzga y señala. Contario a esto, estas mujeres son capturadas desde una mirada cercana justo en el instante en el que el tiempo se rompe para permitirles seguir adelante.