Pienso que existe otro tipo de ensamblaje, lo denomino ensamblaje afectivo. Sus elementos no necesariamente tienen que estar próximos unos a otros, sino que son los vínculos entre estos los que generan un invisible pero fuerte modo de unión. Es de este modo que surgen las piezas que conforman ‘Al amanecer sale la luna’.

Fredy Clavijo

Los procesos de investigación de Fredy Clavijo responden a la escucha cuidadosa del lugar, de sus habitantes, de los materiales y de la relación de estos condensada en la cultura material, es decir, los objetos utilitarios que resultan de la interacción con el territorio. Así, el artista llega a sus instalaciones, objetos y dibujos, buscando avistar la belleza de las cosas con el lenguaje, asociando imágenes a través de caminos lógicos, no necesariamente rectos ni directos, sino constelaciones hechas de puntos que se conectan en todas las direcciones.

Pensar en llegar a un lugar nuevo con el propósito de hacer un proyecto implica primero un prejuicio o una idea preconcebida, después un plan, y después, estando ahí, la adaptación de ese plan a los ritmos cotidianos y a las particularidades del territorio, casi siempre lejanas al imaginario foráneo.

Siendo acreedor de una beca de Idartes, a la que se debe aplicar con un proyecto estructurado, Fredy Clavijo llegó a finales del año 2024 a Santa Cruz de Mompox para hacer una residencia en El Boga Casa Taller. Encontrándose con la fuerte presencia de los oficios menos representativos en el imaginario sobre el pueblo, como la herrería, la madera, la fabricación de remos, los areneros, la cerámica, y el tejido de sillas, por esto decidió mover su plan hacia una conversación con los artesanos.

En los recorridos del artista por Santa Cruz de Mompox al atardecer, viendo la recurrencia de las visitas afuera de la casa en sillas mecedoras, sintió que en el mecerse las personas se abanicaban con todo el cuerpo, en el vaivén a través del tejido abierto. Un movimiento en curva, la misma curva que vio en las balsas, en el caballito balancín, en la hoja del plátano, en el abanico de mano, en el movimiento de remar, en la hamacaß. Estos gestos los configuró en bocetos de objetos no utilitarios, los cuales pasó a los artesanos Glenys Rocha Pupo para la forja, a Jorge Piñeres en la madera, a Eberto Ramírez en la arcilla, y a Eliseo Torres Mercado que fabricó varas de guásimo para navegar por los bancos de arena, los cuales acompañó también con versos de sus poemas.

Podría decirse que de los artesanos depende la vida cotidiana del pueblo debido a que manufacturan los objetos necesarios para realizar las actividades económicas y sociales. La pesca, el transporte acuático, la extracción de arena, mecerse en una silla mecedora al atardecer, y espantar los zancudos con un musengue antes de dormir, pronto para levantarse con la luna, pues al anochecer sale la luna, cuando estamos en la vida diurna de la ciudad, mientras que al amanecer sale la luna cuando las mareas rigen la vida y el calor es pesado.