ESPECTÁCULO Y SECRETO

Las propuestas de Radenko Milak, Andrés Felipe Orjuela y Luis Fernando Peláez se entrelazan en el juego de significaciones.  El supuesto de las imágenes como apariencias ‘in-ciertas’ ha sido uno de los puntos fundamentales en las discusiones que van entre arte y psicoanálisis. “Lacan simplemente mostró que es una propiedad de la cadena significante que aquello que se encuentra por azar al inicio se convierte en repetición, mientras aquello que se anuncia como contingente se revela enseguida como necesario”.[1]

Estos artistas comparten una aproximación temática que juega entre lo espectacular y lo enigmático, oculto o clandestino. Mientras insinúan representaciones de apariencia realista e histórica, las asociaciones que evocan oscilan entre lo onírico y de alguna manera lo fantasmagórico, jugando con lo que se revela en cada imagen y lo que se oculta tras ella.

En sus aguadas, parte de la serie ‘Anthropocene’, Milak continua la exploración del ámbito urbano. Desde la mirada indiscreta hacia ventanas citadinas donde se habita ‘en vitrina’, como en el juego de acercamiento y familiaridad extraña de paisajes lejanos, falseados por el mass-media para el consumo del turismo global, sus imágenes plantean un trasfondo inquietante de comodificación y exclusión.  La "espectacularidad" de la ciudad contemporánea abre una lectura de la metrópolis como escenario de extremos, entre lo banal y lo monumental; la ciudad entendida como un enjambre de culturas, identidades y formas recuerda a la Medusa, a la cual no se puede mirar a los ojos.  La panorámica de São Paulo ejemplariza la panorámica alucinante de la contemporaneidad.

Orjuela explora las imágenes anónimas de atracadores, luchadores, maleantes y personas de la calle de Colombia y de México. La serie ‘Archivo Muerto’ representa los personajes marginales que ocuparon la prensa popular en Colombia durante los años sesenta y setenta, antes de la irrupción del narcotráfico en la escena nacional.  A partir de fotografías y archivos históricos, Orjuela plasma a diversos actores que representan lo abyecto, categoría que se refiere, según Julia Kristeva, al espanto que produce la perdida de sentido causada por la ausencia de distinción entre sujeto y objeto, entre el ser y el otro. Orjuela indaga por el significado de lo socialmente marginal.  Los luchadores, por ejemplo, incorporan lo oculto e innombrable, adoptando identidades sin identidad, aquello que se resiste a la significación.

Mediante esculturas de pared, Luis Fernando Peláez ha construido un entorno sombrío basado en a la memoria y la experiencia personal.  Las ciudades del viajero, las despedidas, las construcciones fantasmagóricas bajo la luna son testimonio de una forma de habitar el mundo poéticamente.  Su trabajo evoca los paisajes de puerto, las bodegas a la luz de la luna como los templos budistas en las noches de las ciudades antiguas.

Tres miradas exploran la imágenes inciertas, latentes, sugestivas: son la ciudad y sus fantasmas, imágenes contingentes que nos llaman a dar fe de lo espectacular y lo secreto en imágenes que miramos y a la vez nos miran.

Ana Patricia Gómez - Directora

[1] Regnault, Françoise. Conferences d’esthetique lancanniene. Agalma, Paris, 1997.